Dos semanas antes: tu marido se pone enfermo y no para de toser. Noche y día. Tu a lo tuyo, con la sesión en francés sobre los traumatismos craneoencefálicos.
5 días antes: cae numero 3. Inicialmente síntomas débiles
4 días antes: síntomas floridos del virus que toque. Compendio respiratorio e intestinal.
Pero claro, tú ya te lo has comido a besos.
48 horas antes: llevas tus gafas progresivas (si, progresivas) a una Optica random para que te ajuste las patillas y te las ajusta. También calienta tanto la cosa que las lentes se cuartean tipo tierra seca de zona semidesértica en verano. Ya no ves. Y ella, se hace la sueca. Y, por supuesto, NADIE te hace unas progresivas con ene mil tratamientos (o sin ellos) en 48 horas.
Oh wait! Si tienes el mejor óptico del universo en Villaviciosa de Odon! Él lo intentará.
48 horas antes también: te empiezas a encontrar como el culo. Trasferencia vírica de número 3 a madre COMPLETED.
Menos de 24 horas antes: tienes que comprar unas gafas más pequeñas que las que tienes para adaptarle las progresivas que vienen, en plan carrera de relevos, desde Alemania ni mas ni menos. Con la de cosas que tienes que hacer, a menos de 24 horas del despegue, una menda se halla en la zona de gafas de sol del Hipercor de Pozuelo en busca de unas gafas para microcéfala, graduables y que no se apoyen con toda su ira en la nariz. Crees que las has encontrado aunque quedan un poco grandes. Utilizas una tarjeta abono que te encuentras en el bolso para pagar. Te vas a la óptica del corte inglés donde te dicen que ese plasticazo no admiten modificaciones ni graduación. Vueeeeeelta a la zona gafas para devolverlas y buscar otras. Devolución a la tarjeta regalo que se queda en el puesto de pago a la espera de reutilizar mientras buscas otras. En ese ínterin otra clienta pasa a la zona de caja para devolver unas gafas y no se sabe bien ni cómo ni por qué acaba con mi tarjeta de abono con mi dinerito y el suyo en mi tarjeta de abono. Cuando nos damos cuenta ha desaparecido. Trámites de recuperación de saldo: 1 hora y media.
Ohhhhhhhm.
Tareas pendientes: acabar maleta, imprimir billetes, seguros, charlas, certificados COVID, comprar algodón y tierra biodegradable para el hámster, vuelta a la farmacia (6ª vez en la última semana) porque se te ha olvidado comprar algo, llamadas, ir a Villaviciosa de Odón a que me adapten las lentes (en serio: lo de mi nuevo óptico es increíble), cenar, beberme una copa de vino, hablar con los niños y ronda de mimos, atar cabos sueltos con marido, cargar cajas y maletas en el coche, meterme en la cama e intentar dormir antes de que suene la alarma a las 3:00.
Ojos como platos
3:00. Empieza el viaje