Madrid, 27 de enero de 2024.
Papá, queda menos de una semana para el viaje a Chad y, como es el primer año que me acompañas (y te conozco bacalao), te quiero explicar un poco lo que te vas a encontrar para que no te cortocircuites allí en el cielo.
Bueno, en realidad vas a tener que estar un poco allí conmigo y otro poco en casa con mamá, que parece que desde que te fuiste están apareciendo los achaques que no se podía permitir tener cuando tú la necesitabas. Así son los de Aragón.
Al lío.
Lo que me has visto hacer hoy en el baño es impregnar la ropa que voy a llevar con permetrina. Parece que el olor (prácticamente imperceptible para los humanos) ahuyenta a los mosquitos, y aunque Javi dice que lo único que consigo es intoxicarme, la realidad es que a lo largo de estos años me han picado muy pocos zancudos chadianos . Cierto es que el único que me picó el año pasado me pasó su dosis de plasmodiums, pero superamos ese bautismo malárico sin complicaciones.
Te veo levantar las cejas.
Por supuesto que os oculté este episodio.
Las maletas gigantes del cuarto de enganchados están ya casi todas llenas de medicación y material de quirófano para Saint Joseph. Se lo está currando Javi solo porque mamá me tiene entretenida con su esófago. Aunque en Chad a veces riñimos (si, con “i” porque son riñas muy lights) nos queremos mucho y es un amigo y compañero maravilloso. Y no. No le pasa nada en la boca. Habla raro porque su cerebro va a mil por hora y los músculos orofaciales no son capaces de seguir su vertiginosa velocidad mental, así que hay muchas letras o sílabas que, directamente, no pronuncia. No te frustres si al terminar el mes en Bébédjia no has conseguido dominar su disfasia. Llevo yo intentándolo desde 2017 y nada.
Llevaremos cada uno 3 megamaletas y el macuto con nuestras cosillas. Y a Chady bien limpito, preparado para ser arrastrado por el suelo, abrazado y untado con mocos de los niños de la APMS. Se queda mucho material en Fuenlabrada porque no hemos conseguido que venga ningún voluntario más este febrero. Ojalá encontremos otro par de locos que quieran ir en mayo y octubre. ¿Puedes hacer algo tú desde ahí? Inspirar corazones, remover conciencias, regalar valentía…seguro que conoces a alguien que tenga mano. Añade ese recado a la lista de mandados que te susurré al oído mientras te ibas.
Para que no te atores, sigo mañana.
Habla con el Jefe a ver si me ayuda a dormir un poco mejor que no pego ojo.
Te quiero y te echo muchísimo de menos.