Bebotó- Bébédjia, 12 de febrero de 2024
¿Ves como había que venir, papá? Estabas tú también emocionado al ver a los alumnos del ECA (escuela católica asociada) San Kisito de Bebotó formando filas y cantar el himno chadiano mientras se izaba la bandera. Esta escuela ha recibido el premio de la mejor ECA de la región de Logone Oriental, donde estamos. Una ECA tiene la particularidad de que hay 3 grupos de responsables: la iglesia católica (las instalaciones, la dirección, la administración y 3 de los profesores son “suyos”), el estado (paga un maestro) y las familias (que pagan dos maestros más). Los padres también se hacen cargo, junto con los niños, de la limpieza periódica de las instalaciones. Incluso son los responsables de pintar el cole durante las vacaciones.
San Kisito tiene fama de ser una escuela dura y exigente, tanto en el aspecto académico como en el de la higiene y el comportamiento. Los chicos deben acudir rapados (que la tiña aquí es como nuestros piojos, pero sin tratamiento). Las niñas, trenzadas. Todos deben llevar su uniforme completo, salvo los del kinder, que van “de calle” (o sea: andrajosos pero cada uno con lo que le dé la gana). Lo de uniforme completo es un decir, porque a la mayoría les falta algún botón, se les ha roto una sisa o llevan un agujero en el pantalón.
El material escolar: tablillas de pizarra los pequeños, delgados cuadernos los más mayores, un boli bic y un lápiz.
En sexto de primaria hay niños mayorcisimos. No es infrecuente que las misioneras tengan que modificar el “registro civil” de los chicos (imaginaos lo legal que es todo) para rebajar edades (muchos deberían por edad estar terminando la secundaria e incluso el bachillerato).
Las causas de semejantes desbarajustes son múltiples. Por una parte, hay muchos niños a los que no se les escolariza cuando se debe. Hace falta que una misionera (si, la mayoría mujeres) conozcan a los niños de la calle y sean capaces de convencer a las familias para que los matriculen. Muchos de los niños (la mayoría niñas) son utilizadas para las tareas del hogar: encargarse de los hermanos, ir a recoger leña, prender el fuego, preparar la comida, barrer la hojas con sus rudimentarias escobas y lavar la ropa. También deberán hacer “le petit commerce “ en la carretera. Intentarán encontrar unos mangos un poco maduros para vender en la carretera. El eslabón más bajo de los menores son los discapacitados. Los siguientes, los huérfanos. Ninguno de los dos será escolarizado (salvo que se topen con la iglesia, claro)
El otro motivo por el cual llevan taaanto retraso es que la mayoría comenzó en un colegio público. Los colegios públicos, aparte de estar masificados, sufren continuas huelgas por parte de los maestros por los impagos. Este año, por ejemplo, acaba de comenzar el curso en las escuelas y libros públicos porque hasta este momento los funcionarios estaban de huelga. El curso comienza en octubre y termina a finales de mayo…imaginad la formación que reciben.
Si. Sé que te ha encantado verlos frente a la bandera, orgullosos e uniformados, y después en sus aulas donde responden al unísono a las preguntas del profesor. Aunque sean muchos. Aunque vayan hechos un desastre, sucios. Aunque sus tiñosas cabezas te hayan recordado la nefasta situación higiénica y sanitaria que asola al país. Es emocionante pensar que un día, alguno de estos pequeños de la remota escuela de San Kisito pueda iniciar un cambio social en Chad. Aunque sea a costa del esfuerzo, lágrimas, sacrificio, frustración e ingente trabajo de las misioneras que han acabado en este país tan mísero y olvidado.
Y no. No me puedo llevar a ninguno a casa porque lo considerarían un secuestro; recuerda que la adopción está prohibida en Chad. Pero ganas, ganas no me faltan.