17 de enero de 2022
N’Djamena- Bébédjia
El (temido) viaje
¿Caben 5 personas, 4 mochilas, 1 cartera de ordenador, 7 maletas, 4 cajas de 23 kilos, 4 macromacutos y un par de halógenos en una Toyota?
Si, caben.
Y casi todo (nosotros no, se entiende) cubierto bajo una lona azul.
¿Que cuántas cuerdas se necesitan para mantener todo en su sitio, bajo la lona azul? MÍNIMO 3.
¿Y eso es suficiente? EN ABSOLUTO.
Paradita de rigor cada vez que sobrevolamos o nos metemos en uno de los numerosos cráteres de la carretera, cada vez que pasamos por un badén modelo colina (los peajes que aseguran el mantenimiento de la carretera - JE) para comprobar de que todo sigue ahí, en su “casi” sitio.
Vamos apretadillos (como siempre) y las del asiento de atrás realizamos cambios posturales cada 3 horas (nos turnamos el sitio de en medio).
Es cierto que es bonito ir por tierra, perdiéndote en el paisaje. Este año está todo más seco (dejamos lejos la época de lluvia), los ríos con poco caudal, la tierra menos compacta, suspendida en el aire. Hay más dromedarios - aunque dejan de verse una vez nos alejamos de la capital-y mucho nómada con el ganado. Los preciosos niños Chadianos corriendo por el borde de la carretera o jugando cerca de sus chozas con un neumático, con sus ropas sucias y desgarradas. Hay unos árboles que nunca había visto, pelados pero con unas flores de un naranja vivo en los extremos de las ramas. También plantaciones de mijo y, según nos acercamos al sur, los majestuosos árboles de mango, con sus frutos todavía demasiado pequeños y verdes.
Suena música africana a un volumen considerable. Según Ambrosie, son cantantes de Costa de Marfil, Nigeria y Senegal. Algunas recuerdan a Georgie Dann, pero molan más porque consiguen que aterrices en el continente de verdad.
No se pueden hacer fotos por los constantes rebotes en la cabina y la velocidad a la que nos lleva el chófer.M (sin cambios con respecto a viajes previos, salvo por la velocidad de crucero que alcanzamos en esta ocasión; Jean Paul siempre tiene menos prisa). Pero es cierto que la carretera está mejor. Por lo visto arreglaron un buen tramo antes de las ultimas elecciones. Poco después, el presidente electo (en esta ocasión y los últimos 30 años) moría en combate en el norte del país.
Solo 9 horas tardamos en recorrer los 547 kilómetros que nos separan de Saint Joseph.
Es de noche cuando llegamos, pero nos da tiempo (aunque le echamos casi dos horas en el tedioso proceso) a comprar las tarjetas de teléfono chadianas y mandar las primeras señales de vida.
Cenamos a oscuras la tortilla de patata de Jeannette (que cada vez le sale mejor) antes de meternos en nuestras guaridas tejidas, agotados, doloridos y felices.