Lunes, 26 Febrero 2024 18:35

SEIS MIEDOS Y UNA COBARDÍA

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SEIS MIEDOS Y UNA COBARDÍA


Hace ya 9 años que mi compañero Alfonso me habló de un país remoto y desconocido en el centro de Africa que había conocido y de un pequeño hospital que necesitaba urgentemente nuestra ayuda, y bastaron unas pocas palabras suyas para que me trasmitiera su ilusión y pusiésemos en marcha un maravilloso proyecto llamado EnganCHADos.


PRIMER MIEDO
Mi primer viaje ,como casi todo en la vida, se recuerda de forma muy especial , todo nuevo, tan ilusionante. Nunca había estado en Africa subsahariana. El miedo se mezclaba con la ilusión . era un miedo a lo desconocido , a otro idioma , a otro color de piel, a otras costumbres. Pasar la aduana, viajar por carreteras destrozadas y pistas con socavones a través del Sahel ,controles de carretera, un viaje indescriptible, controles. Tenía miedo a no dar la talla en el trabajo del hospital St.Joseph de Bébédjia; miedo, miedo, miedo …Y de repente, el miedo con mayúsculas: Miedo a un policía con antecedentes asesinos que con una sonrisa ponía la vida de su hijo caquéctico por una acalasia en mis manos de cirujano en un quirófano sin apenas medios. Miedo a su represalia si algo salía mal. Y…, miedo vencido la operación salió bien. Mereció mucho ese primer viaje y vencer esos miedos para poder plantar las primeras semillas de nuestro proyecto de cooperación.


SEGUNDO MIEDO
Segundo viaje; esta vez arrastrando a tres compañeros nuevos en esta locura. Yo era el veterano del grupo. Miedo a no estar a la altura, a no saber engancharles y trasmitirles mi entusiasmo. Miedo absurdo, se entusiasmaron hasta el tuétano y dos de ellos incluso se hicieron patronos de la Fundación El Compromiso que posteriormente sería el apoyo administrativo  de los proyectos en Bébédjia. Miedo en el viaje de vuelta en autobús cuando nos hacían descender del autobús en repetidos controles chicos-soldados que manejaban nerviosos sus escopetas Kalashnikov oxidadas portando sus cananas llenas de balas rodeando sus escuálidos pechos. Miedos vencidos. La gente del Chad chilla mucho, eso sí , y cuando hablan parece que están enfadados, pero son buena gente, e incluso simpáticos.


TERCER MIEDO
Tercer viaje. De vuelta a ”mi segundo hogar “. Otoño chadiano: Mucha hojarasca en el hospital. Todo el día varias personas barriendo una y otra veces las grandes hojas que caían de los árboles del reciento del hospital , barriendo y barriendo para dejar diáfana la tierra del hospital para que pisásemos seguros , para evitar un terrible encuentro con una de las dos especies de serpientes mortales para las que desde hace 10 años no se fabrica antídoto. Miedo remoto, pero un miedo más. Mereció la pena sufrirlo para ver como se ponían en marcha varios de los proyectos de enganchados.: urgencias pediátricas, malnutrición, banco de sangre…Mereció la pena el viaje


CUARTO MIEDO

Cuarto viaje. Veteranos totales. Paula, Marimar y yo. Todo ya conocido , todo reconocible.
Nos movemos como “Pedro por su casa”. Se olvidan muchos miedos. Queda solo el miedo a los no controlable, las infecciones; hay que ser muy cuidadoso ya casi un 30% de la población es HIV+ y hay que operarlos en regulares condiciones de seguridad. Tuberculosis por todos los lados, paludismo e incluso las ya olvidadas lepras. A pesar de ello nos movemos por todo el hospital con relativa tranquilidad. Miedo asumido… miedo vencido


QUINTO MIEDO
Quinto viaje. Tras el confinamiento por la pandemia COVID en 2020 que nos obligó a no poder viajar al Chad , nos atrevimos a viajar de nuevo bajo medidas restrictivas con mascarillas y soportando tremendos controles en el aeropuerto de N’djamena . En este viaje vimos con inmensa alegría al ver como iban creciendo nuestros ya 160 niños apadrinados por el proyecto de Estudiar en Chad Parecía que el miedo lo habíamos dejado en España.
Allí en Bébédjia nadie portaba mascarillas. Que alivio poder respirar a cara descubierta. Sin miedo… Nuestra osadía hizo que dos de los cooperantes sufrieran un COVID inesperado en tierras donde parecía no existir y una de ellas todavía pague sus consecuencias y arrastre secuelas.
Miedo inesperado, miedo.


SEXTO MIEDO
Sexto viaje. Savia nueva , tres nuevos cooperantes viajan por primera vez junto con Paula y conmigo.

De nuevo nerviosismo en ojos nuevos y algo de miedo en sus miradas, miedo a la suciedad, miedo a las secreciones humanas: saliva, sangre, orina, heces , sudor e incluso lágrimas ,que portan variedad de bacterias, virus , parásitos…. Cuesta acostumbrarse a ciertos olores , a ciertos fluidos, a saber que un efímero contacto con alguno de ellos te puede trasmitir enfermedades desconocidas. Todo ello en un país bajo un régimen con una junta militar en el poder y la eterna amenaza de revueltas sociales. Pero mereció la pena vencer los miedos y realizar una hermosa labor en pediatría, cirugía, traumatología , rehabilitación, enfermería.. Y otra vez el mosquito ( al que hemos perdido el miedo, que no el respeto ) nos recordó que sigue por allí…. Mereció la pena el trabajo a pesar de pagarlo con un par de paludismo leves….

COBARDÍA
Séptimo viaje. Desde hacía un año no había habido nuevas expediciones de EnganCHADos y para este nuevo viaje Paula y yo no fuimos capaces de reclutar a ningún compañero más para acompañarnos, el idioma y ciertos miedos y reticencias hace muy difícil encontrar nuevos cooperantes. Encontramos el hospital precioso, vivo, vibrante.. mejor que nunca , con 5 médicos , cinco , y chadianos. Desde hace unos meses funciona una escuela de enfermería con 80 estudiantes de primer curso , y serán 240 dentro de dos años. Hay luz durante muchas horas; funciona el banco de sangre, los proyectos de pediatría…. Se ha acabado el nuevo pabellón de aislamiento de tuberculosos activos. Nuestros niños del proyecto Estudiar en Chad van haciéndose muchachitos mayores y alguno casi adulto. Se va a comenzar la construcción de una escuela-comedor para ellos al lado del hospital.
Además pudimos asistir a una reunión del nuevo proyecto de la Fundación : “Femmes en détress”, que con 100 mujeres socias va a apoyar a mujeres con problemas y maltratadas. Todo viento en popa. Nuestro trabajo se ve fuertemente recompensado. Recogemos frutos
De repente un whatsapp de Alfonso llego a nuestros teléfonos: “Han secuestrado a una médico cooperante polaca en el hospital de Donomanga “ Un hospitalito a unas 3 horas de St.Joseph.
El patronato de la Fundación El compromiso decidió que era prudente que Paula y yo volviésemos a España .
Jarro de agua fría. “¿Cómo nos vamos a volver?” .... Nosotros allí no sentíamos “ese miedo” como algo mayor al que sentimos por otras cosas. Afortunadamente la doctora polaca fue liberada. Pero Paula y yo ya teniamos los billetes de vuelta para Madrid. El personal de St.Joseph quedó en shock al comunicarles nuestra decisión de volvernos. ¿Volvereis verdad?....No preguntaban.
¿Cobardía o prudencia? Probablemente hemos hecho lo que debíamos hacer. Y ya estamos en Madrid. Me pregunto ahora :¿ para que ha servido superar tantos miedos anteriores en anteriores viajes si con esta “huída” se puede venir al garete todo el trabajo realizado en estos años.
Quiero pensar que solo ha sido una “retirada” y que alguien retomará los viajes a St.Joseph para dar continuidad a nuestro inmenso y maravilloso trabajo. Esto no puede ni debe acabar así. Nos hemos dejado mucho trabajo y vencido muchos miedos en este tiempo
Volveremos, seguro y volveremos a sentir esos “miedos”…, no puede ser de otra manera.
Es el Chad

Javier de la Torre

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