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Domingo, 04 Febrero 2024 08:28

Madrid 29 de enero 2024

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Madrid, 29 de enero de 2024

Ay, papá… ¿pero qué hacías a las 6 de la mañana en el aeropuerto? Nos vamos pasado mañana. Que me expliqué mal en la carta que te escribí ayer. Con razón tanta gente se ha despedido de mí la pasada noche ?.
Estoy durmiendo un poco mejor (gracias a tu influencia), pero no lo suficiente para expresarme como Dios manda. Perdón.

Seguimos con el viaje, papá, que queda lo mejor.
Pararemos a comer en Bongor. Te avisaré unos minutos antes para que hagas unas inspiraciones profundas e intentes dominar tus potentes escrúpulos antes de tu primera comida Chadiana.

A la entrada del “establecimiento”donde comeremos habrá un bidón de plástico con un grifillo y una pastilla de jabón bien manoseadita para que nos lavemos las manos. No preguntes de dónde sale ese agua. Luego nos ponemos un poco de gel hidroalcohólico y punto.

Nos traerán en una bandeja grande redonda un par de pollos delgaditos desmembrados con cebolla, pimón (el picante que anulará cualquier sabor a rancio), tomate y limón. Si quieres ver la cocina, acércate al puestecillo que hay un poco más adelante, aunque te aconsejo que te quedes aquí pegadito a mi. Too much information can be overwhelming.

Por cierto. No busques los cubiertos. No hay. Tampoco servilletas. Sé que para alguien que limpiaba disimuladamente todos los cubiertos, así estuviera en un 3 estrellas Michelin, esta experiencia puede ser abrumadora. Tranquilo. Uno se acostumbra a comer con las manos, a dejar los huesecillos en la mesa, a chuparse los dedos al terminar de comer e incluso, en caso de necesidad (por ausencia de agua y jabón, kleenex o gel) a esparcirse el resto de aceite cual crema hidratante en las manos.

Tu cara es un poema. Si. Ya sé que preferirías morir de inanición antes que comer aquí. Me hace toda la gracia que, aún siendo ángel, sigas tan increíblemente aprensivo ?.

Espera que no todo va a ser gore. Acompañando el plato nos traerán unas botellas de 650 ml de cerveza africana. La Gala se parece un poco a la Mahou clásica y la 33 es un poco más fuerte que una Estrella Galicia. Y si. Parece mucha cantidad pero te la acabas. Y te pedirías otra si no fuera porque tendrías que pedirle a Jean Paul que parara cada dos por tres en medio de la carretera para esconderte tras un matorral. La sabrosa cerveza africana es la única bebida que encontrarás fría por aquí. Bueno…miento. Hay unas botellas de Fanta y Top que también están frescas pero es como beberse un sirope hiperdulce o medio litro de flash de fresa en estado líquido. Supongo que será menos sano el alcohol que el azúcar pero en mi caso no hay duda. Céréales más etanol is my choice. Always. Por eso nunca adelgazo cuando vengo aquí. Por el cereal.

La parada en Bongor anima mucho. El pollo sabe a gloria. La cerveza también. Has llegado al ecuador del viaje en coche y la carretera mejora. Se te ha secado el pantalón (el contacto pierna con pierna calienta mucho) y te ha empezado incluso a gustar la monótona melodía que pone en bucle Jean Paul.

Pasaremos por Mondou, la capital económica del país. No esperes una urbe moderna con rascacielos y calles. El Manhattan Chadiano es exactamente igual que todas las poblaciones por las que hemos pasado previamente pero un poco más grande. C’est tout.

La carretera que une Mondou y Bébédjia está muy bien. Es una carretera asfaltada de doble sentido sin arcén, pero no hay nada mejor en todo el país. Disfruta del camino. Cierra los ojos cuando estén cruzando cabras o cebúes. También cuando estemos adelantando a un camión que a su vez adelanta a una moto (donde van montadas 4 personas) que a su vez adelanta a la bici que está pasando a ras de los niños que van camino al cole. Así no verás que viene otra pickup en dirección contraria. Escucharás pitidos, pero no sufrirás.

Cuando la carretera atraviese un verde túnel formado por árboles combados, estaremos llegando a Bébédjia.

Llegaremos de noche al hospital (anochece hacia las 17:30). No te asustes con los carteles donde se indica que está prohibido introducir metralletas, katanas o lanzas. Como ves tenemos a nuestros guardas de seguridad armados con una porra y un detector de metales. No te plantees cómo va a ganar una porra a una kalashnikov. Déjate llevar.
Dentro del recinto estarán esperando Sor Pilar, Samuel, los de Iluminafrica y la sabrosa comida de Jeanette.
Y verás y entenderás que ya me siento como en casa.

Ocurrirán muchas cosas que te sorprenderán, que te horrorizarán o te conmoverán. Pero las viviremos juntos.

Te dejo que digieras todo lo leído.
Nos vemos el miércoles a las 4 de la mañana en el aeropuerto.

Deseando viajar contigo, papá. Te quiero.

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